En el siglo XVII pasteleros ingleses comenzaron a añadir polvo de cacao a los pasteles que habitualmente hacían, pero hasta el XIX Antonin Careme, precursor de la pastelería moderna, y Franz Sacher, conocido por su famoso Sachertorte, se caracterizaron por crear recetas para las élites. Respectivamente, para hacer variaciones y adecuaciones la mezcla “glas” comenzó a hacer auge hasta la actualidad, siendo de lo más popular en México y hasta considerarse como normal que un pastel de chocolate esté “glaseado”.
Lo que viene siendo la vida se compone por elementos que van cobrando sentido, pero cuando se trata de ponerle lo que se necesita para destacar a un pastel, es el glaseado. Un “Wow” no basta para expresar lo hermoso que es sentir el sabor de un pastel con glaseado de chocolate, porque con él tienes todo para sorprenderte, con su consistencia, aunque más con ligereza empapada de dulzura. ¡Definitivo, no te lo pierdas con el chocolate y glasea tu mundo!
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