Chef: Andrea Martínez
Piensa solamente en la dona y haz una imagen en tu cerebro. ¿Qué ves? Desde luego seguro que llegaron sensaciones y recuerdos, momentos felices, alegrías y todo lo que significa llevarse una dona a la boca, pero también no solo pienses, imagina cómo es que esa dona tiene glaseado de chocolate, porque así cobra un sabor diferente y auténtico, difícil de expresar, es como estar probándola y levantarte en cada mordisco porque tu paladar así lo exige, rindiéndote al placer, enamorarte otra vez de la belleza de la vida en un círculo: la dona con glaseado de chocolate, ¡mira qué hermoso! Sí, es tan distinto sentirla y preparar ese glaseado para después comerlo, ¡maravilloso!
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