Galletas de Mantequilla
Galletas de Mantequilla

Ingredientes

1 1/3 de tazas de harina de trigo
¼ cucharadita de polvo para hornear
¼ cucharadita de canela en polvo
1.5 barritas de mantequilla con sal suavizada
½ taza de azúcar
¼ cucharadita de extracto de vainilla
1 huevo
¾ de taza de harina de almendra (almendras pulverizadas)
¼ taza de azúcar pulverizado

Instrucciones

1.Colocar la harina, el polvo para hornear, y la canela en un bowl y mezclar con un batidor globo.
2.Colocar la mantequilla, el azúcar, y el extracto de vainilla en la batidora y batir usando el aditamento de pala a velocidad media hasta que la mezcla se haga suave y de color claro. Agregar el huevo y batir.
3.Agregar poco a poco la mezcla de harina batiendo a velocidad baja y terminar agregando la harina de almendras.
4.Cubrir la masa en plástico y refrigerar por una hora o hasta que esté firme.
5.Sacar del refrigerador y enharinar la mesa. Extender la masa con un rodillo hasta que esté de aproximadamente 3 milímetros de grosor. Usar un cortador para galletas para cortar.
6.Espolvorear las galletas con el azúcar pulverizada. Colocar las galletas en una charola con tapete de silicón o papel encerado y hornear a 200 grados centígrados por 10-15 minutos.
7.Enfriar y servir.

Estas galletas son británicas de origen, tienen toda la cepa y la tradición indica que se deben acompañar con el delicioso té. Fue en el siglo XIX cuando a la Duquesa de Bedfore se le ocurrió que era importante tomar un aperitivo entre el almuerzo —en México lo conocemos como “comida”— y la cena. Entonces solicitó que su té estuviera acompañado de galletas. Como ella tenía una alta posición en la sociedad, este acto pronto hizo eco y se popularizó entre sus amistades y, posteriormente, en la población.

Desde que comienzas a masticar estas suculentas galletas todo va cobrando sentido: el momento y las palabras. Porque acompañar unas galletas con tu bebida preferida es darte ese tiempo perfecto para estar en paz y volver el instante inolvidable. Como si tus ojos atraparan lo que miras y se resume en el acto de llevar la galleta de mantequilla a la boca y dejar que suceda la gloria, la sorpresa de amar el sabor dulce y hacer que tu cerebro disfrute la algarabía.

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