Arroz con Leche
Arroz con Leche en vaso
Arroz con Leche

Ingredientes

1 litro de leche
½ taza de azúcar
1 vara de canela entera
¾ taza de arroz
1 cucharadita de fécula de maíz
1 huevo grande
1 cucharadita de extracto de vainilla

Instrucciones

1.Separar el azúcar en cuartos de taza. Mezclar la leche, un cuarto de taza de azúcar, y la vara de canela en una olla y hervir en la estufa.
2.Una vez que hierva la leche, bajar el fuego y agregar el arroz. Mezclar con una cuchara de madera y dejar cocer a fuego bajo aproximadamente 30 minutos o hasta que el arroz esté suave.
3.En un bowl, mezclar el cuarto de taza de azúcar restante con la fécula de maíz y mezclar con un batidor globo. Agregar el huevo y batir bien.
4.Agregar una tercera parte de la leche caliente del arroz a la mezcla de huevo poco a poco mientras se bate, para evitar que se cueza el huevo y se formen grumos. Ya que la mezcla de huevo esté líquida y caliente, vaciarla a la olla del arroz con leche.
5.Regresar la olla a la estufa y calentar solo hasta que hierva, mezclando con una cuchara de madera para formar un arroz con leche cremoso y espeso.
6.Apagar el fuego y retirar la vara de canela. Agregar el extracto de vainilla y mezclar.
7.Dejar enfriar el arroz con leche a temperatura ambiente y refrigerar unas horas antes de servir.

Se dice que en Asia este postre se preparaba con arroz, leche de coco, azúcar y mango, pero fue a mediados del siglo XIII que llegó a Francia, a través de comerciantes asiáticos cuyos conocimientos en repostería legaron de oriente a Europa este delicioso aperitivo. Siglos después, en México adoptamos el arroz con leche en la cocina como algo muy familiar. Esto permitió que múltiples recetas tanto de cocina salada como dulce lo implementaran, por lo cual en la actualidad este postre se ha arraigado demasiado y se estila mucho en nuestro país por su ricura.

Comer un arroz con leche remite de inmediato a la familia y las comidas felices. Tan solo pensar en tus hermanos, papá o mamá,  o los abuelos, cuando llega el momento de revitalizar el espíritu, después de una hermosa comida, y probar la dulzura divina que tiene. ¡Deli, deli! Imposible no dejar de pensar después de amar su sabor, sentir que se introduce lindo y toda tu cara expresa la extrema belleza que provoca su sabor.

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