Ingredientes

4 pechugas de pollo
1.5 cucharadas de curry en polvo
1 cucharada de paprika en polvo
1 cucharadita de comino en polvo
1 cucharadita de sal en grano
1 cucharadita de semilla de cilantro molida
2 dientes de ajo picados finamente
2 cucharaditas de jengibre rallado finamente
1 taza de jocoque
¼ taza de aceite vegetal
4 limones
1 taza de hojas de cilantro

Instrucciones

1.En un bowl, mezclar el curry, la paprika, el comino, la semilla de cilantro, el ajo, el jengibre y la sal. Agregar el jocoque y mezclar hasta formar una pasta. Agregar las pechugas de pollo y dejarlas marinar al menos una hora en refrigeración. (Mientras más tiempo se marinen mejor, incluso se pueden dejar marinando desde el día anterior.)
2.Calentar el aceite en una sartén grande. Retirar las pechugas de la marinación y quitarles el exceso de humedad. Llevarlas al sartén y dorarlas por ambos lados hasta que el pollo esté cocido en el centro y la piel se dore.
3.Retirar las pechugas del sartén y servir con las hojas de cilantro y los limones. Acompañar con arroz blanco al gusto.

Vaya, este sí que está sabroso, y cómo no si este Pollo Tandoori está marinado y contiene especias que le dan un sabor y un aroma riquísimo. Te sorprenderá al servir a tus invitados cómo causa una especie de ricura y verás cómo en sus rostros la satisfacción y felicidad por estar comiendo un alimento riquísimo. ¡Te lo garantizamos! Para destacar, el origen de este plato se encuentra en un hombre llamado Kundan Lal Gujral, que regentaba un restaurante en Peshawar antes de la partición de la India británica.

 

El Pollo Tandoori tiene su origen en la Edad Media en Europa. Había la costumbre de utilizar calabaza, zanahoria y remolacha, verduras excepcionalmente dulces, como endulzantes en la cocina. También la miel y el azúcar blanco se usaban, pero estaba al alcance de las clases pudientes y los conventos. Mucho tiempo después, los inmigrantes la llevaron a Estados Unidos y como efecto la popularidad del pastel de zanahoria resurgió probablemente en el Reino Unido debido al racionamiento durante la Segunda Guerra Mundial.

Después de ver cómo se prepara, ¿ya lo estás haciendo, ya oliste su aroma? Imagínalo, y luego hazlo realidad porque el delicioso sabor de un pastel de zanahoria es inigualable, su textura esponjosita, sentir en el paladar cómo se deshace a cada mordisco. Es imposible, una vez probándolo, ¡dejar de querer más! Ya que su sabor dulce hace que cada bocado se disfrute al máximo. 

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