Chef: Andrea Martínez
¡Vamos, corazones! Hay que estar libre y en disposición de probar unas gorditas de nata para obtener una de las experiencias gastronómicas más placenteras del mundo. ¡Mira qué belleza! Nada más satisfactorio que envolverte en el sabor que enriquece tus sentidos, ya que probar una gordita de nata tiene un precio y muy grande para la posteridad: tu paladar. ¡Y es él quien manda en asuntos del corazón! Por eso, amarás cada bocado, sentirás cómo se diluye entre los dientes y sabrás que ahora las cosas son más bellas. ¡Vualá!
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