Esta receta tiene su origen en la Edad Media en Europa. Había la costumbre de utilizar calabaza, zanahoria y remolacha, verduras excepcionalmente dulces, como endulzantes en la cocina. También la miel y el azúcar blanco se usaban, pero estaba al alcance de las clases pudientes y los conventos. Mucho tiempo después, los inmigrantes la llevaron a Estados Unidos y como efecto la popularidad del pastel de zanahoria resurgió probablemente en el Reino Unido debido al racionamiento durante la Segunda Guerra Mundial.
Después de ver cómo se prepara, ¿ya lo estás haciendo, ya oliste su aroma? Imagínalo, y luego hazlo realidad porque el delicioso sabor de un pastel de zanahoria es inigualable, su textura esponjosita, sentir en el paladar cómo se deshace a cada mordisco. Es imposible, una vez probándolo, ¡dejar de querer más! Ya que su sabor dulce hace que cada bocado se disfrute al máximo.
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